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Rayo 3-1 Almería, La Grada

«Esta es la historia de una sociedad que se hunde y que, mientras se va hundiendo, no para de decirse: hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien… Lo importante no es la caída sino el aterrizaje«.

Así finaliza una de esas películas de culto, que han marcado a varias generaciones de jóvenes, que de tanto verla sus escenas y diálogos han quedado marcados para siempre. Es La Haine (El Odio), y sirvió de inspiración más que perfecta para nuestras Jornadas contra el racismo, no solo en la cartelería o las pegatinas, también en el gran tifo con el que nuestro Komando volvió a deleitarnos. Un gustazo exquisito conseguir adaptar de este modo sublime una película y su concepto en la situación y el momento de nuestro equipo. Y aún más elegante haciéndolo en blanco y negro, excatamente igual que la propia película, en un dibujo con los tres protagonistas de La Haine sobre el fondo de nuestro escudo. Arriba, para completarlo, la frase principal con la que se abre y se cierra la película y que refleja a la perfección no solo la situación del equipo, sino lo que ha sido toda la temporada: una auténtica caída en la que todos nos daban por muertos, pero en la que hemos sabido aterrizar de forma magistral.

La calidad y definición del dibujo fue simplemente espectacular, pareciendo que Vincent, Hubert y Saïd (los tres personajes) cobraban vida para salirse del cubregradas. Grande y vistoso, ideal para superar las limitaciones de nuestra grada y un tifo que refleja lo que es nuestro grupo, nuestro barrio, las gradas de nuestro estadio, donde no se mira la procedencia o el color de la piel, donde la amistad se impone al racismo y donde todos debemos ir codo con codo.

Tras el tifo, homenaje. El que rendimos a todas las víctimas del 11 de marzo de 2004. Una década ha pasado ya desde que nuestro barrio fuera sacudido brutalmente en una mañana imposible de olvidar. Como imposible es perdonar a todos los culpables. Acompañamos la pancarta mensaje con un antigüo estandarte realizado en aquellos días y que lució en el atril del speaker durante el respetuoso minuto de silencio que guardó Vallekas.

Fue el único silencio que hubo en las dos horas siguientes. Se cambió ele standarte del 11-M por el de Ultras contra el racismo y del silencio se pasó al rugido. Con la ‘vieja’ pancarta de ‘Las gradas unen, el racismo divide’ presidiendo el Fondo, volvimos a dejarnos todo animando a los nuestros, conscientes de la importancia de conseguir la victoria ante un rival directo y en pleno despegue del equipo.

Durante la semana se había iniciado desde el rayismo la iniciativa del bufandeo en el minuto 24, tradición que realizamos en el Fondo desde hace bastantes años y que esta vez, con nuestros speakers como maestros de ceremonias y marcando los tiempos, nos regaló unos minutos para el recuerdo:

Ver todo el estadio, absolutamente todo el estadio mostrando en alto su bufanda es una de esas sensaciones que no se olvidarán jamás.

El rayismo unido, desde todas las peñas y socios a los medios de comunicación, pasando por los jugadores, somos capaces de conseguir imágenes únicas. y si contáramos con una directiva cualificada podríamos ser imparables.

Los ultras, esos apestados y señalados con tanta frecuencia, demostramos cada día que tenemos ideas, trabajo, originalidad y capacidad para hacer cosas únicas. ¿Qué hubiera pasado si esta campaña se hubiera realizado cuando comenzamos hace años con el bufandeo en cada minuto 24? ¿Y si se apoyara de la misma forma todas esas iniciativas que ponemos en marcha? Pues Vallekas sería de verdad un auténtico espectáculo.

Y es que con un Fondo llevando la batuta y los dos laterales enchufados, Vallekas es un auténtico fortín del que el Almería salió vapuleado. Una victoria clave, para sacar la cabeza del pozo y para que la metieran los andaluces.

Y para celebrarlo, una unión nunca vista en nuestra Liga. La plantilla regresó al césped para celebrar con los que allí nos quedamos los tres puntos y para agradecer la animación. pero no se quedó ahí. Desde la megafonía se pidió a los nuestros que realizaran con nosotros la clásica coreografía con la que desde hace años celebramos los goles de nuestro Rayo. Y esto fue lo que sucedió…

¡VALLEKAS ES DIFERENTE…!