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Rayo 2-0 Almería, La Grada

Meses después volvían los partidos mañaneros al Estadio de Vallekas, con el encuentro a las 12 del mediodía ante el Almería. Nos presentábamos al partido con 38 puntos en la clasificación, a tan sólo dos del límite que marcó el descenso la temporada pasada, por lo que no podíamos dejar pasar la oportunidad de asegurar la permanencia. Con un estadio a rebosar y un tiempo primaveral, no hizo falta ningún otro aliciente para que la afición rayista se volcara con el equipo desde el calentamiento, pese a que no estuviéramos todos.

Y no estábamos todos ya que a la misma hora, a tan sólo unos kilómetros de nuestro barrio, el Juvenil de nuestro equipo se jugaba la Liga ante el Alcorcón. Se disputaba la última jornada de la División de Honor en horario unificado, y nuestro equipo dependía de sí mismo para imponerse al Real Madrid. Pese a la petición al club de intentar mediar para modificar el horario de alguno de los partidos esto fue imposible, haciendo irremediable que nuestro grupo tuviera que partirse en dos para poder estar animando en Vallekas y Alcorcón al mismo tiempo.

Tras la huelga de animación anunciada para el derbi ante el Real Madrid, la cual fue finalmente desconvocada por la ‘buena’ voluntad de nuestra directiva a la hora de pactar unos mínimos como la introducción de nuestras pancartas identificativas y banderas, nos enfrentábamos a este partido con la incertidumbre de no saber si el acuerdo se seguiría respetando, al no ser un encuentro tan mediático y donde importara tanto la imagen de su afición. Finalmente, no tuvimos problemas en la puerta y la pancarta sin letras que recuerda que nuestro nombre sigue censurado, así como las de ADRV 1924 y VALLEKAS 1924 presidieron nuestra grada durante todo el partido.

Sin embargo, la protesta contra las medidas de Tebas y la LFP hasta el minuto 12 de la primera parte siguió en pie, innovando esta vez y dando la espalda al césped.

Una acción que no solamente fue seguida en nuestro Fondo, sino que también fue secundada por otras partes del estadio, con especial protagonismo de la grada lateral baja de la Avenida de la Albufera.

Tras ese minuto-protesta comenzaba el espectáculo, con un mar de banderas que dieron un gran colorido a la grada. Mientras, en el césped, nuestros jugadores cuajaban un gran partido ante un Almería perdido y completamente desorganizado. Lo que se tradujo en el primer gol del Rayo, que llegó rozando el descanso tras un cabezazo de Amaya, a pase de Zé Castro.

Durante la segunda parte, sacamos una pancarta que rezaba: ‘Nuestra cantera, nuestro escudo #RecibeAlJuvenil’, en previsión de un título liguero que llegaría al finalizar los 90 minutos, coincidiendo el anuncio del gol del Juvenil por el videomarcador del estadio con el segundo gol de nuestro equipo, materializado por Miku, llevando la locura a las gradas.

Con el pitido final y el 2-0 en el marcador la fiesta de la grada se trasladaba al césped, más aún tras el título liguero de nuestro equipo juvenil. Tras celebrar la victoria y la casi permanencia junto a nuestros jugadores, a nosotros nos tocaba volver a la Fuente de la Asamble a celebrar el título de los chavales, tres años después del tamudazo, en un día que, de nuevo, será imborrable en nuestras memorias.