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Rayo 2 – Getafe 0, La Grada

Énesimo partido del Rayo en Vallekas que nos tocaba jugar en viernes o lunes, cortesía de nuestra querida Liga de Fútbol Profesional, lo que nos llevaba a volver a darle al coco para realizar una nueva y original protesta. En esta ocasión, convertiríamos nuestra zona del fondo en un peculiar escenario que simulaba la famosa foto de los obreros de Nueva York.

Con el mensaje de fondo de: “Horarios dignos para la clase obrera”, se irían mostrando diferentes pancartas representando desde el trabajador que llegaba tarde por el curro, hasta a sus hijos que no podían ir debido al madrugón del día siguiente para ir a clase. Para pasar a hacer una llamamiento a la huelga como buenos obreros (en este caso de los hinchas), o bocata en mano cantar aquello de “no hay pan para tanto chorizo”. La última pancarta, incitaría también a la lucha, dando paso a la ya tradicional acción contra Tebas en el minuto 12, que en este caso se trataría de una pañolada seguida por todo el estadio.

Acabada la protesta, llegaría el momento de empezar a disfrutar, tanto en la grada, rayando a buen nivel, como disfrutando del gol de Manucho que nos adelantaría en el minuto 28. Nuestro rayito jugaba con una gran intensidad, al igual que intensa era nuestra animación. Todo esto continuó también después del descanso, y vio sus frutos con un nuevo gol en el minuto 73 de las botas de Miku. De ahí al final, como el resto del partido prácticamente, se vio un Rayo superior en el terreno de juego, que luchaba por mantener todas las opciones posibles de seguir aspirando a jugar la Europa League.

Toda esta efusión no nos impidió acordarnos durante el partido de todas aquellas personas asesinadas en el Mediterráneo por las políticas migratorias, y que nosotros quisimos honrar mediante una pancarta mensaje: «En memoria de las víctimas de vuestra política migratoria. D.E.P. olvidados de Lampedusa».

También, acabado el partido cantamos no sólo con los jugadores, sino también con un invitado muy especial, Mario; un rayista de 16 años que le enseña los dientes a la leucemia, y que al menos durante unos momentos pudo olvidar su dramática situación celebrando la victoria con nuestros jugadores, vistiendo además la camiseta de la resistencia bukanera. Estos son los gestos que, más allá de las victorias, hacen grande al rayismo.