ADRV – Villareal, Días del Niño
El 17 de abril, tan solo una semana después del viaje a Bilbao, recibíamos al Villareal. El fútbol de las televisiones nos daba un respiro, y por fín podíamos disfrutar de un partido en día y hora lógicos, domingo a las 18:15h. Horario que fue aprovechado para realizar durante todo el fin de semana los Días del Niño Rayista: torneo de chapas, entrenamiento a puerta abierta del primer equipo, magia infantil, castillos hinchables, foto con la plantilla… Días pensados para transmitir a las próximas generaciones de rayistas la filosofía y valores que la Agruación y su afición representan, así como contagiar la locura franjirroja a todos los que en un futuro estarán defendiendo nuestro escudo, tanto en el césped como en la grada. Todo un lujo para nuestros chavales. Lástima que todo tenga que ser autogestionado y organizado por los aficionados. El día que nuestro club comprenda la importancia de su faceta social, seremos imparables.
En un día en el que padres, madres, niños y niñas rayistas fueron los protagonistas, el motivo del tifo con el que recibiríamos al equipo no podía ser otro. Nuestro Komando Tifo consiguió reunir en un cubregradas toda la esencia de las jornadas. A un lado, una madre y su hija, ambas con la camiseta franjirroja; al otro lado, una frase que lleva muchas temporadas retumbando en las gradas de Vallekas: «yo sé que esta pasión, nunca jamás, te va a hacer daño». Y todo pintado sobre una panorámica de nuestro estadio. Espectacular.
El equipo saltaba al campo con este colorido recibimiento sobre las cabezas de los que poblamos el fondo y con la plantilla del prebenjamín haciéndoles un pasillo mientras ondeaban banderas franjirrojas. Pasados seis minutos, un gol de Javi Guerra nos adelantaba en el marcador. Pero la alegría duró poco, el Villareal conseguía empatar el partido antes del minuto 20. Distinta suerte correría la animación, que no pararía ni en el descanso cuando, los mismos prebenjamines que hacían un pasillo a la salida del equipo, jugaron un partido en el área del fondo. Banderas, banderones y cánticos para ver cómo el futuro del Rayo Vallecano disfrutaba en el césped.
El segundo tiempo siguió como había acabado el primero, con el equipo buscando el segundo gol, que finalmente llegaría en la recta final del encuentro con un cabezazo de Miku. Con el 2-1 acababa el partido, resultado que nos dejaba 5 puntos por encima del descenso.
