#VallekasArde
Varios meses lleva Vallekas sin ver un tifo en sus gradas, en concreto desde el 22 de octubre ante el Girona. No ha sido por los cuatro partidos consecutivos lloviendo; ni por falta de ideas, ya que, con noviembre de por medio y la situación del equipo, no han faltado los motivos; tampoco por la recaudatoria y censora Ley del Deporte, puesto que también se nos prohibió un tifo contra el racismo y en homenaje a Willy; la razón por la que no hemos podido engalanar nuestro estadio para recibir a nuestro equipo ha sido por el designio personal de la Coordinadora de Seguridad. Alegando que los tifos no son ignífugos, ha prohibido, jornada tras jornada, que tifásemos. Aunque la responsabilidad no es solo suya, ya que si pudieramos contar con una directiva valiente y comprometida con su afición, el problema ya estaría resuelto.
No podíamos quedarnos de brazos cruzados, y durante la semana previa al Rayo – Zaragoza, las redes sociales se llenaron de imágenes y mensajes bajo el lema #VallekasArde. Si un tifo puede incendiarse, ¿no podrán también arder nuestros abrigos y bufandas?, ¿no arderán también las butacas?, ¿no serán inflamables las toneladas de mierda que tenemos que sortear para ocupar nuestro asiento?, ¿no podrán prenderse los periódicos y panfletos que se nos entregan en la puerta? La respuesta a todas estas preguntas, obviamente, es ‘sí’, igual que es cierto que tras el mensaje de ‘seguridad’ se esconde la represión.
Llegábamos al domingo y ante el evidente riesgo de incendio al que nos exponemos los rayistas, una potente dotación de Bomberos Bukaneros se dejaba ver por los alrededores del estadio. Ataviados con cascos, extintores y el característico traje rojo entraban al Fondo pero, como era de suponer, no se hicieron necesarios sus servicios.
Comenzaba el partido y con él la animación, creándose unos de los mejores ambientes de las últimas jornadas. Pasaban los minutos y las voces del Fondo rugían cada vez más hasta que, en el minuto 12, cuando los bomberos entraban en escena.
El riesgo de incendio era visible: banderas y banderones ondeándose, estandartes arriba, bufandeos y palmeos… Todos los alicientes que tiene la animación que tanto miedo da en muchos despachos. Ante el peligro latente, los bomberos entraron en nuestra grada para desalojar el sector central. La mirada de todo el estadio se centraba en el Fondo y comenzaban a entonarse diferentes cánticos enmarcados con la protesta: «tifos si, Presa no» o «tienen que volver, los tifos a Vallekas que todos quieren ver», hasta que los bomberos recularon y se subieron a la valla levantando una réplica de la pancarta de Bukaneros decorada con llamas.
Mientras tanto, el Fondo volvía a levantar el material de grada y unos estandartes con el lema: «Vallekas Arde» y es que en Vallekas, igual que en otros muchos sitios, lo que arde es la paciencia de los aficionados que ven cómo se limitan sus libertades a pasos agigantados.
Pese a la represión, pronto volveremos a tifar.
Porque Vallekas es Zona Tifo.