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Rayo 0-2 Granada, La Grada

En un fin de semana de esos que se escriben con letras doradas en la historia del grupo, nada podía salir mal. ¿O tal vez sí? Cerrábamos el año liguero en casa recibiendo a un Granada que ya es sinónimo de Tamudazo, de milagro, de revivir probablemente el mejor orgasmo que nos ha regalado la vida franjirroja. Aquella salvación in extremis que era mucho más que una permanencia, que era evitar la desaparición, pero que ya parece tan lejana entre escándalos presidenciales y desilusión forzosa. Algo podía salir mal en tres días de hermanamiento inolvidable con Brigadas Amarillas y eso fue el 0-2 con el que los nuestros se despidieron en Liga hasta el 2014.

Sinceramente, la derrota solo hizo agrandar más la leyenda del Fondo, esa que dice que mientras peor es el panorama en el césped mejor aún lo es en la grada. Y lo fue incluso desde antes de empezar, vistiendo la grada con un nuevo tifo. ¿Que por qué no lucían los estandartes desde que empezó la temporada? No, no habían desaparecido ni habían sido confiscados por la directiva en un nuevo alarde democrático, estaban pasando por el taller de Komando Tifo para hacer la gran aparición: medio centenar de estandartes nuevos que se unen al casi centenar que ya había y que pasó por chapa y pintura. Todos juntos, sobre la pancarta de Días de gloria, estandartes de victoria.

Trabajo a priori fácil, sencillo, rápido, pero nada más lejos de la realidad. La realización de un solo estandarte conlleva mucho esfuerzo, que se traduce en muchas horas de trabajo, más aún si la mayoría de ellos son de bastante elaboración, buscando como siempre el sello de originalidad que nos caracteriza. Y lo mejor de todo es que ya pertenecen al ‘patrimonio’ del grupo, ya se pueden lucir en cada partido con el resto de material de grada para dar color al Fondo. Ahora toca mostrarlos sin parar y cuidarlos para que duren y no se deterioren, por respeto también al enorme trabajo de un Komando Tifo que esta temporada mantiene un nivel espectacular.

Ya lo demostró en Carranza, en la celebración del hermanamiento en Cádiz, con un tifazo a modo de regalo para nuestros hermanos, y en la vuelta el detalle de nuestros pintores fue mucho menos espectacular pero más significativo para nuestra gente gaditana: un estandarte y un banderón conmemorativos del hermanamiento. No cubren toda la grada, no provocaron los flashes de las cámaras, pero el gesto fue agradecido con emoción por nuestros hermanos, que ya saben que su presencia será permanente en todos los partidos.

En tiempos en los que prima el dinero por encima del esfuerzo, incluso en los grupos, pidiendo a fábrica los banderones y el material de grada, dejándolos de hacer a mano para pagarlos a una empresa, se agradece aún más el trabajo de los que siguen manchando sus manos e invirtiendo sus horas en el orgullo del grupo. Viejos valores siguen mandando, más aún si el resultado es tan impresionante.

Si todo eso parecía poco, aún quedaba el detalle final: pancarta mensaje que esta vez disfrutaron en directo solo la gente del Fondo, especialmente todos los desplazados de Brigadas Amarillas, sacándola de cara a la grada en lugar de al césped. Con la misma, y por sorpresa, regalo de una pancarta conmemorativa entregada a nuestros hermanos, subidos al atril del speaker y agradeciendo el trato a toda la grada, que puso la guinda con el ya clásico ‘Sangre gaditana en vena vallekana’.

No fue la única pancarta que se mostró durante el partido, y eso que Martín Presa volvió a censurarnos al requisar una pancarta pidiendo su marcha. Los empleados de seguridad fueron claros: «Seguimos órdenes de arriba«. Hicimos venir hasta los tornos, los apenas cuatro por los que tenemos que pasar como ovejas más de 1.700 abonados en cada partido, al jefe de seguridad del club para que ante todos constara que era la directiva la responsable directa de la censura. Siguen sin entender que estas trabas solo hacen aumentar las ganas de que se produzca un cambio cuanto antes en el sillón presidencial. Así se demostró de nuevo en el minuto 13 con cánticos que retumbaron en todo el estadio pidiendo su marcha.

Somos independientes, somos rebeldes. No nos vendemos, no nos rendimos. Tengamos enfrente al presidente del club o del Gobierno, a las fuerzas policiales o mediáticas. Tenemos tranquila la conciencia, siempre de clase. Por eso seguimos respondiendo a los ataques que se han incrementado en el último mes procedente de un sistema que quiere barrernos, acabar con nosotros a base de mentiras, calumnias y represión. No tenemos nada que ver con los terroristas de la pluma, de la porra y los grilletes, de las leyes, de los sillones ministeriales.

No hay duda, ellos son los auténticos terroristas. Los que roban a la clase obrera, desahucian, nos matan de hambre, nos quitan la sanidad y la educación, nos dan porrazos y nos encarcelan. Ellos son los peligrosos, y no Bukaneros, ni los movimientos sociales, ni los que levantan la voz contra tanta injusticia. Tampoco Alberto, condenado a un año de cárcel que debe cumplir de forma inmediata por dañar un parquímetro en 2006. Su caso sirve de ejemplo para evidenciar la atroz represión que sufrimos en todo el estado, especialmente en una capital convertida más bien en un estado policial.

Es nuestra filosofía, la de no quedarnos callados y menos aún en tiempos en los que más hay que levantar la voz. Como es nuestra filosofía no dejar de animar durante los 90 minutos, más aún cuando el resultado va en contra, cuando la desilusión se ha instalado en el resto del estadio y muchos desfilan a casa antes de acabar el choque. Incluso cuando aflora el ingenio para instaurar un ‘nuevo’ cántico que en apenas unos minutos ya retumba en la grada: «…y ahora sueño que se marcha Martín Presa, que jugamos en la UEFA y que sales campeón…». Es en esos momentos, con 0-2 en contra y un jugador menos, cuando el Fondo anima más que nunca por el escudo, por la ADRV, cuando se canta orgullo y se vuelve a dejar claro que por encima de mafiosos, entrenadores o jugadores, estamos nosotros, los rayistas, los que realmente somos el Rayo.