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Un ambiente irrespirable

El ambiente del Teresa Rivero es único, especial, inigualable. Aquí cada equipo que viene sufre, se incomoda, se agobia. Este estadio es uno de los grandes patrimonios de un Rayo que todos esperamos vuelva a lucir en Primera División. __________________________________________________________________________________

Polémicas aparte, malos rollos a un lado, enfrentamientos olvidados en un baúl (que es donde deberían estar) y todo lo negativo borrado de un plumazo, el ambiente del Teresa Rivero es un calvario para todo el que se le ocurre pasar por aquí (casi nadie viene a gusto, eso es cierto).

Ayer lo decía Raúl Agné. «Este equipo tiene ‘mamado’ el campo», cierto. Al Rayo se le ve cómodo jugando en su terreno de juego, pequeño, presionante, asfixiante, precioso. Sandoval iba un paso más allá, «el jugador número 12 es la afición (…), presionaba Movilla y parecía que lo hacían catorce», más cierto todavía. Sandoval, catorce no, diez mil. Esto es el Rayo, esta es su gente.

Cada cierto tiempo toca hablar del ambiente del Teresa Rivero, un estadio ‘obsoleto’ según muchos, falto de comodidades, repleto de inconvenientes, pero con una ventaja que nadie más en el panorama futbolístico nacional posee: aquí los rivales se sienten acorralados, sorprendidos, atemorizados… en una palabra, el Rayo crece hasta el infinitivo. Imagínense cuando no haya vallas y todo quede aún más cercano.

El Teresa Rivero es un lugar especial por muchas razones, pero principalmente por estas dos: dimensión del terreno de juego y ambiente. Diez mil aficionados parecen veinte mil, y con unas dimensiones estudiadas, aprendidas de memoria y medidas al milímetro, cada pase, cada control, cada regate favorece a tus intereses. Puede ser un estadio pasado de moda, bien, con muchas mejoras a realizar, perfecto, pero es un lugar especial, ese lugar del que todo rayista que se precie debería estar orgulloso, plenamente orgulloso.

Aquí, los cánticos se hacen eternos, el eco alarga cada estrofa, detiene el tiempo y eleva el espíritu. Aquí, el Rayo es único es Segunda B, en Segunda y esperemos que muy pronto en Primera. ¡Viva el Rayo, viva el Teresa Rivero y vivan los vallecanos!.

Pasión por el Rayo (PXR)