Fiesta ‘Unidos contra el racismo’
Un nuevo partido en casa. Una nueva ocasión de ver cómo nuestros derechos no pueden cruzar el cartel con el nombre de nuestro añorado Willy. Una nueva ocasión en la que nuestro grupo, en lucha por su dignidad, va a tener que permanecer en silencio para denunciar el robo de nuestras libertades. 90 minutos con la boca cerrada pero con el pecho desbocado. Estaremos ahí una vez más, sí. Pero el silencio nos separa de los nuestros, de los que defienden la franja en el césped, y de los que la viven en la grada. Durante 90 minutos la represión nos va a separar, va a dividir el rayismo en bocas cerradas y gargantas al viento.
Es por eso por lo que creemos que es necesario que nos sigamos sintiendo uno. Es por eso por lo que creemos que la previa, elemento básico en la forma de vida de cualquier aficionado al fútbol como nosotros, debe ser el momento de convivir y compartir una pasión y una actitud que caracteriza a Vallekas.
Mientras nuestra forma de vida se ve criticada y cuestionada; mientras nuestra forma de entender el fútbol sufre continuos ataques y mentiras; creemos que es importante que en la previa del Rayo Vallecano – Athletic Club pongamos fin todos juntos al mes de noviembre; un mes que tanto ha significado para este barrio y para su juventud. Compartamos la previa y festejemos todos juntos el carácter rebelde de nuestro barrio, de su juventud, y de nuestra hinchada.
Mientras desde los despachos intentan acabar con la cultura y la pasión por el fútbol, convirtiéndolo en un espectáculo del que sacar ingentes cantidades de dinero y enormes cantidades de borregos que no se cuestionan hacia dónde nos dirigimos, nosotros queremos aprovechar las horas previas al partido para celebrar el carácter popular y multicultural del fútbol, de nuestro fútbol.
Con comida popular y con una pinchada de música jamaicana con dos de los nuestros a los platos, despidamos juntos un mes de trabajo y de lucha, pero hagámoslo desde la actitud y desde la convicción de que el fútbol no pertenece a la élite; el fútbol nos pertenece a nosotros, los que lo vivimos. Porque en Vallekas sólo hay un color, el rojo de nuestra franja; el del Rayo, orgullo de la clase obrera.
