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Rayo 3-0 Betis, La Grada

Cita importante a la vez que difícil la que le tocaba al equipo el pasado 27 de enero. Uno de los rivales directos visitaba Vallekas. El Real Betis, encabezado por Pepe Mel, uno de los entrenadores que más le ha dado a nuestro equipo como así se le reconoció, una vez más, en su visita a nuestro barrio.

Pero cita mucho más importante, si cabe, para el grupo. Nuestro hermano Alfon podía volver a su grada después de 56 días secuestrado por el aparato represor del Estado. Se preveía, por tanto, un día festivo y ni la grada ni el equipo defraudaron.

Nuestro Komando Tifo tenía una sorpresa preparada y, agudizando el ingenio del que es característico, confeccionó un cubregradas móvil consistente en dos partes. En primer lugar y sobre fondo rojo, la silueta de nuestro compañero con las iniciales de Vallekas y, superpuestas, unas rejas. Acompañaba la composición una pancarta en la zona inferior de nuestra grada ‘Su represión te encerró 56 días’.

Pero, al poco tiempo, el paralelismo con la vida real se vio reflejado en nuestro Fondo, cuando las rejas desaparecieron, quedando la figura de Alfon libre, en su barrio, con su gente. Así pues la pancarta inferior se tornó en ‘Nuestra solidaridad abrió las rejas’, creando un emotivo momento al inicio del partido al grito de «Que sí, que sí, que Alfon ya está aquí«.

Previamente, los gritos habían sido otros. Antes del encuentro se hizo un homenaje a Piti, pero claro Martín Presa se unió a dicho homenaje para colgarse algunos galones de cara a la galería. O eso creía él, porque el estadio dictó sentencia de nuevo instándole a que se marchase del club, como en cada minuto 30: “Presa vete ya”.

Centrándonos en el encuentro, casi no dio tiempo a pestañear cuando el propio Piti estaba convirtiendo un penalti que ponía en el marcador el tempranero 1-0.

La grada era una fiesta y todo ello auguraba una tarde redonda, como así fue. La grada estaba a rebosar, los palmeos eran constantes y un nuevo cántico atronaba con fuerza en nuestro Fondo. Así llegamos al descanso.

Tras la reanudación, el equipo continuó desplegando un buen juego llevado en volandas por la contundente animación del estadio. No se hizo esperar el segundo gol tras una jugada ejecutada a la perfección y que culminó Delibasic con un excelente cabezazo. El Fondo entro en éxtasis, el jugador no se lo pensó y lo celebró con su gente, esos que siempre le apoyaron, la grada de Vallekas, la cual lo agradeció con un cántico hacia él que se repitió en algunas ocasiones durante la segunda mitad.

A pesar de la fiesta, también nos quedaba tiempo y ganas para la reivindicación. Para aquello que ha marcado al grupo desde sus inicios y que nunca podemos dejar de lado. Y con más motivo en estos tiempos duros que corren para todos, en especial, para todo un barrio obrero como el nuestro. Pancarta por la prohibición del Irreductibles Fest en el CSO La Traba, festival organizado para pagar los gastos judiciales de Alfon y más detenidos en la última Huelga General. Y pancarta obligada por los escándalos de corrupción en los que está metido el Partido Popular, los famosos sobres de la banda de Rajoy.

También se sucedieron los cánticos contra el día del club que se quería instaurar en el partido frente al Atlético de Madrid y que, finalmente, no será tal. Aparentemente, una victoria de la afición. Pero no podemos confiarnos ya que, previsiblemente se nos quiera colar dicho día ante rivales como Valencia o Málaga. Por tanto, tenemos que seguir luchando y alzando nuestra voz.

En el minuto 82 José Carlos puso el broche al partido con un golazo que reventó por completo el estadio. El caos se apoderó de la grada. La locura hizo aparición y los sueños aparecieron hasta por la mente de los más viejos del lugar. Pero hay que seguir con los pies en el suelo. Aferrándonos al objetivo de la permanencia y, una vez conseguida, seguir creciendo.

¿Pero alguien creía que había terminado aquí todo? En absoluto. Con un 3-0 a favor el estadio, de nuevo, instó a Martín Presa a irse de Vallekas, demostrando así que la familia rayista no se deja encandilar ni por mentiras, ni por resultados.

Y así culminamos un pasito más en esta temporada. Un pasito que nos permite afianzarnos un poco más en la categoría y que nos coloca muy cerca de la salvación y, por qué no decirlo, de sueños que no parecen tan lejanos en el tiempo.