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Atlético de Madrid 5-0 Rayo, La Grada

Que el calendario te depare como primer viaje de la temporada un derbi, no es ni mucho menos lo mejor. Que encima sea en mes de agosto, es una putada. En pleno verano, con el sol pegando de manera mortal y medio Madrid de vacaciones, nos tocaba visitar el Manzanares, una de esas citas marcadas en el calendario pese a tocarnos tan pronto. Por eso el grupo se puso manos a la obra, especialmente un Komando Tifo que ha sacado todo el jugo a un periodo estival en el que no han estado ni mucho menos de brazos cruzados. La primera prueba de ese trabajo, una pancarta especial para encabezar el corteo de la afición rayista, inspirada en la camiseta de socio de esta temporada y con la leyenda Aquí está la Banda Criminal.

Tras ella, aproximadamente más de medio millar de franjirrojos en un muy meritorio desplazamiento y, sobre todo, esperanzador, ya que la inmensa mayoría de desplazados era de la juventud vallecana y de otros muchos puntos de la capital que se ha enganchado a nuestra Agrupación Deportiva. Eso, en una ciudad con dos de los equipos más grandes del estado, no solo tiene un mérito enorme sino que debemos saber cuidarlo porque tenemos en nuestras manos el futuro de la masa social rayista. Qué pena que estemos dirigidos por un testaferro al que todo esto le importa más bien poco, ya que se podría hacer un gran trabajo para, en lugar de perder abonados cada temporada, hacer que el estadio estuviera lleno en cada partido.
Y dentro de esa masa social tan joven el Fondo de Vallekas sigue siendo parte esencial, formando parte en un elevado porcentaje de ese corteo que recorría las inmediaciones de la Ribera hasta llegar a las puertas del estadio.


Allí nos esperaba aún más policía, aún más controles, incluso con dos perros que olfateaban a todos los seguidores en busca de drogas y pirotecnia. Con todo esto, aún tiene más mérito la hazaña de nuestros ‘pintores’. Al igual que en la temporada pasada, tanto el Atlético de Madrid como los responsables de seguridad volvían a prohibirnos la entrada de cualquier tifo, ya fuera grande o pequeño. No hace muchos años, en esa misma grada, más de un grupo visitante realizó recibimiento especial a su equipo, pero a nosotros, no sabemos por qué, nos lo prohibían de forma tajante. Quizá fue por eso mismo por lo que nuestro Komando Tifo decidió jugársela, haciendo el esfuerzo de pintar un tifo pese a que todo indicaba que no iba a poder lucirse en la grada, jugársela a ser cazados y sancionados por los de siempre, jugársela a que una policía con demasiados antecedentes entrara en la grada a retirarlo.

Tifar, sea lo que sea y como sea, siempre es complicado. Siempre surgen complicaciones que solo los que han tifado alguna vez pueden conocer, siempre surgen obstáculos que hay que superar en el momento, con un tiempo mínimo para maniobrar. Pues hacerlo fuera de casa ya es una odisea. Las complicaciones se multiplican, no conoces bien las medidas ni cómo es la grada, y si encima las autoridades te lo han prohibido se convierte en una misión casi imposible. ¿Cómo meter un cubregradas de más de 15 metros? ¿Cómo sortear los controles de la seguridad privada, de la UIP y de incluso los perros? ¿Cómo colocar un tifo de esas dimensiones sin que te vean in situ ni por las cámaras? Pues con mucho trabajo, ingenio y unos cojones como los que tienen nuestros pintores.

Lógico que con tan poco margen para colocar y desplegar el tifo, y con los de siempre tan encima, bailaran los dos laterales del cubregradas, pero nuestros pintores huyen de la resignación y destinaron todo el descanso a “recoger y doblar el tifo, señor agente, para ahorrar trabajo a los operarios del Atleti…”. Y no mintieron, tan solo ocultaron que tras recogerlo y doblarlo volvieron a desplegarlo, luciendo esta vez en todo su esplendor en la zona visitante y acompañado de uno de los lemas que han acompañado al grupo Desde 1992: Rayo, clase obrera y antifascismo. Tan sencillo como elegante y sobrio.

Tanto en la primera parte como en la segunda, la bajada del cubregradas vino acompañada del más de medio centenar de banderas que se ondearon durante el choque, dando colorido a un estadio más frío de lo habitual y en el que pese a ir perdiendo 2-0 desde el minuto 20, conseguimos hacernos oír y de qué manera.
Cuando a tu equipo le han clavado cuatro y aún queda toda la segunda mitad, puedes sentarte resignado, marcharte o hacer lo que hicimos los rayistas desplazados: convertir nuestra grada en una auténtica fiesta. Al ritmo que marcaban nuestros speakers, volvimos a dar toda una lección de animación, con palmeos, coreografías y cánticos que llegaron a retumbar en todo el campo.

Además, y para poner la guinda al sobresaliente partido que se marcó nuestro Komando Tifo, pancarta mensaje con una importante recomendación de la DGT:

Para el recuerdo, el momento de locura con nuestro director de orquesta recorriendo toda la grada encima de la gente y siendo manteado al ritmo de ‘Y no me importa nada, que nunca ganes nada…’ y una Vida Pirata a doble voz que aún resuena en el Calderón.

Enhorabuena a todos los desplazados por hacer de un 5-0 un partido para el recuerdo.

(Ante la negativa del Atlético de Madrid, a instancias del propio Rayo Vallecano, de facilitar el acceso a nuestro fotógrafo, agradecemos la cesión de las fotos a Pasión por el Rayo, Vavel y RayoHerald).