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Rayo 0-4 Barça, La Grada

Viene el Barcelona. El equipo rico, poderoso, visitando al humilde, al de barrio. Lo que tenía que ser una fiesta, uno de los partidos esperados por los rayistas para disfrutar, para mostrar que nuestra pasión no depende de resultados, fue convertido por el de siempre en una nueva muestra de represión, de censura, de no querer en absoluto al equipo que le regalaron para presidir. El de siempre es Raúl Martín Presa.

No, no estamos obsesionados con él, de hecho solo nos interesa para saber el día que se va de aquí y nos deja tranquilos, pero parece que su interés por Bukaneros es una obsesión que ya sobrepasa todos los límites. Los sobrepasó con las denuncias que llevaron a 13 personas a los calabozos y ahora a los juzgados, pero comprobó que eso nos ha hecho más fuertes, más tercos, más astutos. Ahora ha ido a atacarnos en cuanto a los tifos, prohibiendo su entrada antes de los partidos, y en los elementos de animación. Las banderas, pancartas, banderones, bombos, megáfonos e incluso las bufandas y camisetas para vender, no podían pasar al estadio si no eran con un DNI. Lo que lleva entrando durante 21 años sin problema alguno, porque todo es simplemente para animar al equipo, ante el FC Barcelona solo pasó cuando más de una veintena de socios rayistas fueron identificados.

No quedó ahí la cosa. Estos identificados serían sancionados con elevadas multas si durante el partido se sacaba alguna pancarta contra el presidente o se cantaba contra la directiva. Bienvenidos a nuestra querida ‘democracia’. Hasta la venta del fanzine fue prohibida, según ellos, «porque tiene contenido violento«. Toda esta maniobra fue orquestada por la directiva y lo que consiguió fue perjudicar al propio equipo: el Fondo se mantuvo en silencio en forma de protesta hasta el minuto 24. ¿Y consiguió algo Martín Presa? Sí, que todo el estadio, más fuerte que nunca, exigiera su marcha. ¿Por qué continuar en un sitio en el que la mayoría no solo no te quiere, sino que te detesta? ¿Tanto dinero está sacando para aguantar que miles de personas te griten a la cara en cada partido lo mezquino que eres?

El Fondo, pese a las ganas por animar y dejarse la voz, no solo volvió a respetar la protesta, sino a apoyarla. Unidad y firmeza, ese ha sido siempre y ese seguirá siendo el camino. Entre todos dejamos patente que no sobran los tifos, ni las banderas, ni las pancartas, que solo sobran los okupas del palco. Por eso a partir del minuto 24 Vallekas volvió a rugir, sin parar en ningún momento, aunque fueran cayendo los goles en contra. Hasta cuatro, aunque los nuestros honraron la camiseta no dejando de correr hasta el final.

El Rayo, el Estadio de Vallekas, es conocido y reconocido por su ambiente, sus cánticos, su calor, su color. Solo un necio puede intentar acabar con ello, aún actuando en contra del propio equipo que preside. La derrota nos hunde en la tabla, nos alejamos de la permanencia, pero quizá nos estemos acercando a la salvación del club. Quién sabe. Lo único claro es que en partidos y días como este en los que centramos la atención mediática, todo el mundo del fútbol se pregunta cómo un tipo así puede seguir presidiendo un club de Primera.

Con la conciencia tranquila de los que llevan 21 años de rayismo independiente, de saber que no debemos nada a nadie, y con la firmeza y arrojo del que no tiene nada que perder, seguiremos más firmes y decididos que nunca. No sabemos lo que durará esta guerra, pero tenemos claro quién será el vencedor.

BUKANEROS, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE